La historia empieza con don Carlos Schneck que era mi padre. Era austriaco y vivía en Austria. Nació el 5 de setiembre de 1897. Se vino de Austria a América en 1923. Primero estuvo un tiempo trabajando en Brasil y el 5 de setiembre de 1924 desembarcó en Montevideo.

Ahí se instaló en una pensión. Enseguida consiguió trabajo en una empresa alemana que en ese tiempo estaba construyendo el Estadio Centenario. Entonces, trabajando en el Estadio Centenario y en otras obras que hizo esa empresa se compró un terreno en Peñarol en donde sabía que había un barrio alemán. Ahí compró un terreno y se hizo un rancho con madera y con chapa.

Después de casado con mi madre compró un terreno en cuotas en Aparicio Saravia e Instrucciones y con otro socio alemán pusieron una cervecería. Fue el primer negocio que puso, una cervecería alemana.

Mamá preparaba el chucrut y con esos fiambres alemanes, preparaba comida. La gente se quedaba de noche a jugar a las cartas y ahí tomaba cerveza y festejaba. Y papá fue comprando cada vez más.

Después hubo un momento que tenía almacén de vender yerba, fideos, azúcar, arroz, despacho de bebidas ... todo en pequeño. También tenía barraca de leña.

Finalmente se quedó sólo con la fábrica de chacinado. Y ahí fuimos nosotros creciendo. Somos tres hermanos varones que llevamos esto. 

abril de 2003.