Adquirido en 1968 por el gobierno de Jorge Pacheco Areco, este edificio, que originalmente fue Noviciado de la Compañía de Jesús, pasó a usarse para la reclusión de detenidos varones bajo medidas prontas de seguridad. Hasta 1973 pasaron por allí aproximadamente 400 prisioneros políticos. En enero de ese mismo año las autoridades destinaron el establecimiento a cárcel de alta seguridad para detenidas políticas. El día 16 fueron trasladadas a este sitio detenidas procedentes de distintos lugares de reclusión. Se calcula que entre 1973 y 1985 aproximadamente 700 mujeres pasaron un tiempo más o menos prolongado en este lugar. El 4 de marzo de 1985 fueron trasladadas a la Jefatura de la Policía de Montevideo las últimas detenidas que fueron liberadas días después. Restaurada la democracia, el establecimiento fue sede del Batallón Florida, escuela para soldados que viajaban en misiones de paz y escuela de suboficiales. Actualmente un colectivo integrado por ex presas políticas, familiares y vecinos de la zona trabaja para transformar el ex penal en lugar de memoria.