Natalia sufrió violencia sexual a los 5 años y fue explotada sexualmente desde los 14. Febrero 2014.
“Mi niñez yo no la viví como la tendría que haber vivido. Cuando fui chica me violaron. Tenía como cinco años. Era un amigo de mi hermano. Una infancia feliz te digo que no tuve. Mi verdadero padreme manoseó, yo escapaba de mi padre. Con doce años me fui de mi casa, huí de mi casa. Dejé los estudios, mi vida fue demasiado dura. La escuela la terminé... tuve que abandonar todo lo que más me gustaba, por huirme. Mis estudios, apartarme de mis hermanos. Apartarme de mi madre... Mi madre me creía, pero
mi padre le pegaba mucho, la quería matar. Yo prefería verla lejos o no verla pero saber que estaba viva y no tener que ir al cementerio a verla. Empecé a los catorce, no llegaba a los quince, por intermedio de la finada abuela de mis hijos, mi ex suegra. Era un hombre mayor ya, me habló y me dijo que tenía que acostarme con él porque ella recibió una plata por eso y a la vez yo recibía también. Él tendría como setenta y pico, ya debiera estar muerto. Yo quería ser veterinaria, pero largué todos los estudios. Para mí estas oportunidades ya pasaron. La vida en parte me hizo endurecer, soy muy dura, a veces soy muy dura conmigo misma. Me castigo... mi vida no es fácil.... Mis hijos son mi sostén. No me veo el futuro...sinceramente... no tengo futuro, menos en la noche. Trato de encontrar una salida, pero mientras que no encuentro salida no veo el futuro”.